Luis Tarazona transporta mucho más de 60 años coleccionando cajas de cerillas. Tiene más de un millón, de los cinco continentes, y algunas únicas en su género. Toda su colección, guardada en cientos y cientos de álbumes, está en este momento a la venta y, si no lo soluciona alguien, puede incluso irse al extranjero.
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El Coleccionista De Cajas De Cerillas
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Aunque no revela el precio que pide por su tesoro, asegura el rumor que ha circulado estos días por Tarazona en el sentido de que alguien interesado en su compilación se ha alejado desde el Reino Unido a la localidad del Queiles para tantear la oportunidad de comprarla. «Es algo privado, casi íntimo -asegura-, y ya entenderá que no es lógico que hable del asunto. Hay gente que quiere adquirirla, pero vale bastante dinero». Explora 1.883 fotografías e imágenes de stock sobre caja de cerillas o efectúa una búsqueda sobre fosforos o caja de obsequio para localizar más fotografías y también imágenes de depósito pasmantes.
Cronológicamente, su compilación arranca en 1838, cuando comenzó a marchar la primera fábrica de fósforos en España (Fuenterrabía), y prosigue hasta esta época. El ejemplar más viejo data de 1838, y desde ahí, su compilación recorre todas las factorías, todos los temas, todas las muestras. Hay piezas que son pequeñas obras de arte, y otras, únicas, que tienen la firma de los que las protagonizan. «He vivido sesenta años plenamente destinado a mi compilación. Ni en vacaciones he parado -señala-. Si no la veo en un museo, ya que no pasa nada. Y si se vende, pues alabado sea Dios. Yo ahora me he divertido bastante con ella». El coleccionismo de cajas de cerillas es una afición muy extendida por todo el mundo, primordialmente porque es algo económico y habitualmente gratis, son objetos pequeños y bonitos y hay por todo el mundo.
Inició su compilación cuando tenía 14 años y entró a trabajar en Fosforera De españa de Tarazona. A lo largo de los 65 años siguientes no hubo ni un solo día en que no haya aumentado su compilación. «Piense un tema, el que desee… Seguramente lo tengo en una caja de cerillas. ¿Cuántas cajas cree usted que podría ver en un solo día? ¿Mil, 2 mil…? Es que yo tengo un millón. Absolutamente nadie ha visto mi colección. Y todo lo tengo documentado». Posee un ejemplar de todas y cada una de las cajas de cerillas realizadas en España en todo el siglo XX.
La colección de cajas de cerillas del turiasonense Luis Tarazona, única en su género, interesa ya en el extranjero. Tiene mucho más de un millón, de los cinco continentes, y algunas únicas. Tengo unas 120 cajas de cerillas, la mayor parte de hoteles de varios lugares de todo el mundo.